Visitando el Butterfly Pavilion del National Museum of Natural History en Washington D.C., entre dorados y verdes que me recordaron el poema "mariposa del aire" de mi adorado Federico García Lorca. Inmerso en amarillos, anaranjados y violetas, un aleteo color azul lila captó mi atención por varios minutos. Pregunté el nombre de la mariposa a los empleados del museo y amablemente en voz muy baja me dijeron, "Blue Icarus". Me esforcé por memorizar el nombre mientras admiraba (en silencio) por varios minutos del espectáculo de su vuelo.
Tratando de aprender un poco sobre el Polyommatus Icarus, descubrí que la mariposa de perfil azul que tiene márgenes blancos en sus alas tiene un padrino: Vladimir Nabokov. Incluso, gracias al genio de Arthur Francis Hemming, se ha nombrado a un género completo de mariposas "Nabokovias", en honor al famoso escritor.
Vladimir Nabokov, el autor ruso que se hizo famoso con su libro "Lolita" también fue el primero en descifrar cómo este hermoso insecto migró de Asia al continente americano. Casi al final de la guerra que lo hizo migrar a Estados Unidos, publicó su hipótesis de cómo la mariposa azul de pliegues claros originaria del sudeste asiático llegó a América del Norte por el estrecho de Bering en cinco olas migratorias consecutivas en el transcurso de millones de años. No es difícil imaginar cómo la comunidad científica de los años cuarenta rechazó casi reflexivamente la teoría de Nabokov sobre el origen de tan extraordinario insecto. No es difícil porque, incluso ahora, vivimos en un mundo de etiquetas. Etiquetas que nos encierran, definen nuestras capacidades, de lo que podemos opinar, nuestra credibilidad y nuestros límites.
Creo que Nabokov se enamoró de las mariposas antes de enamorarse de la literatura. No porque me parezca que este amor sea mutuamente excluyente sino porque se me hace fácil imaginarme al pequeño Vladimir obsesionándose con mariposas antes de poder aprender a leer o escribir. Múltiples biógrafos e historiadores han documentado cómo Nabokov era aficionado a la lepidopterología (estudiar y coleccionar mariposas) desde muy pequeño. Mi historia favorita de Nabokov sucedió cuando el autor tenía solo ocho años. Segun la historia, cuando su padre fue encarcelado debido a sus actividades políticas, el pequeño Vladimir le trajo de regalo a su celda una mariposa. Este acto me fascina por todo lo que se puede interpretar que representaban las mariposas para aquel niño sensible que extrañaba a su padre.
En fin, tuve la suerte de encontrar el artículo de la Royal Society publicado en el año 2011 donde se comprueba la teoría de Nabokov después de analizar genéticamente a la mariposa (aka molecular phylogeny) y compararla con datos de paleoecología aceptados por la comunidad científica y quise compartírtelo.
A casi 40 años de la muerte del autor, el mundo por fin lo reconoce como científico.
!Qué bueno que Vladimir Nabokov no necesitó de la aprobación de nadie para escribir lo que escribió!
Te invito a buscar tu mariposa.