Antecedentes
La primera
vez que leí el cuento “la última pregunta” de Isaac Asimov fue en la
universidad. Sofía Faddeeva, de la que afortunadamente
fui alumno, antes de explicarnos el concepto de entropía nos hizo leer el relato que Asimov escribió a mediados
del siglo pasado.
En aquel entonces la extrapolación de Asimov me fue difícil de digerir y no fue
hasta años después que empecé a considerarla uno de los mejores
legados del prolijo escritor ruso-estadounidense. El mismo Asimov escribió que el
relato representa una de sus favoritos ya que en él atrapa trillones de años de
historia. Isaac Asimov se declaró orgulloso al notar que mucha gente
recuerda la historia pero no quién la escribió.
Ronroneo 5: Revertir la entropía
Mi
intención era actualizar este post exactamente el 21 de Mayo para que
coincidiera con la fecha en que Asimov afirma que la última pregunta fue
formulada por primera vez: 21 de Mayo del año 2061.
Obviamente
todavía faltan 44 años para que la fecha coincida correctamente pero la idea de
poder tocar y dejar para la posteridad en un servidor el mismo día y mes que planteó Asimov hace
casi 60 años me entusiasmaba mucho.
En la parte
inicial del relato dos técnicos, Alexander Adell y Bertram Lupov, decidieron
preguntarle a la máquina MULTIVAC ¿Cómo
la cantidad absoluta de entropía del universo puede ser revertida?
A lo
que MULTIVAC les responde: “Insuficientes datos para una respuesta
significativa”.
Para quien
no ha leído la última pregunta de Asimov, MULTIVAC es el resultado de años de
trabajo para confeccionar la máquina de inteligencia artificial perfecta
para servicio humano.
En el
relato, MULTIVAC inició diseñando naves y trazando trayectorias para viajes
humanos a la Luna (este escrito fue publicado 13 años antes de que Neil
Armstrong se convirtiera en el primer humano en pisar la superficie lunar), Marte
(31 años antes de que el Sojourner Rover llegara a Marte) y Venus (19 años
antes de la hazaña del Venera 9). Inicialmente viajes más largos no eran
posibles ya que requerían demasiada energía y los recursos energéticos de la
Tierra no eran suficientes para preparar las naves adecuadamente.
La historia
describe cómo MULTIVAC poco a poco aprende a contestar preguntas más
complejas hasta el punto en que, el 14 de Mayo del año 2061, resuelve la forma
en que la energía del sol puede ser eficientemente almacenada, convertida y
utilizada directamente en todo el planeta. Como resultado a la intervención
de MULTIVAC la humanidad expandió sus
posibilidades de transportación, se dejó de explotar carbón y se dejó de
fisionar uranio para únicamente recibir energía transmitida desde un pequeño satélite o estación de una milla de diámetro orbitando alrededor
de la Tierra a 119,450 millas de distancia.
La historia
me fascina porque sus predicciones y límites siguen vigentes. A pesar de que el
escrito no deja de considerarse ciencia ficción la historia y/o sus personajes se
rigen por la segunda ley de la termodinámica:
“La cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo”
Mi definición preferida de entropía es la más simple : "la
medida de energía inutilizable (desorden)en un sistema cerrado."
Aunque esto parece casi
inconsecuente su significado, como bien
lo exploró Asimov, es demoledor: nuestra
existencia y la de todo lo que nos rodea es finita.
No importa
cuántos desarrollos o avances tecnológicos logremos como seres humanos. No
importa cuánto trabajemos para postergar la civilización de la que somos parte,
tarde o temprano todo está destinado (al menos desde el punto de vista
termodinámico) a consumirse.
Una de las
personas que podría considerarse la antítesis Asimoviana es Raymond Kurzweil. Kurzweil postuló la idea de “retornos
acelerados” que apoya la hipótesis de la “singularidad tecnológica”. La
singularidad tecnológica describe un momento en que el crecimiento y
mejoramiento de agentes de inteligencia artificial se ciclarán al punto de causar una explosión
en donde la superinteligencia resultante superará cualquier tipo o forma de
inteligencia humana cambiando para siempre nuestra civilización. Kurzweil va
todavía más allá y propone que los seres humanos serán capaces de trascender
mediante su mezcla u homogenización con este tipo de superinteligencia
resultante. Ergo, Kurzweil no cree que la segunda ley de la termodinámica sea
infranqueable y afirma que en el futuro,
todos viven para siempre. Kurzweil es parte del “Alcor Life Extension Foundation”
(compañía de servicios criogénicos) en donde estipuló que, en caso de que sea
declarado muerto, su cuerpo deberá ser
trabajado con crioprotectores, vitrificado y almacenado en las instalaciones de
Alcor hasta que la tecnología del futuro pueda reparar sus tejidos y revivirlo.
En su idea del postmortem Kurzweil es todo menos
original. Los egipcios se le anticiparon
al menos 3000 años (aunque las ventajas de lo estipulado por Kurzweil comparadas con el embalsamamiento egipcio son indiscutibles).
El pasado Marzo el
inversionista Joon Yun después de donar junto con su esposa 2 millones de dólares americanos para el Grand Challenge
for Healthy and Longevity propuesto por la Academia Nacional de Medicina de los
Estados Unidos de Norteamérica, declaró:
“I have the idea that
aging is plastic, that it’s encoded …If something is encoded, you can crack the
code. If you can crack the code, you can
hack the code! ...
thermodynamically, there should be no reason we can’t defer entropy
indefinitely. We can end aging forever.”
Pero, a
pesar de lo emocionante que parezca la proposición de Yun, la segunda ley de la
termodinámica justamente imposibilita lo sugerido por el entusiasta de Palo
Alto.
Otro
personaje digno de mención es Aubrey de Grey. De Grey dirige el SENS –Strategies
for Engineered Neglibible Senescence- Research Foundation. El británico afirma que si solucionamos 7 tipos
de daño físico los seres humanos podemos extender nuestra vida a 1000 años en
lugar de 80.
En su
momento de Grey afirmó que su cuerpo está tan optimizado que es capaz de
ingerir bebidas alcohólicas sin medida sin sufrir los efectos de embriaguez. Justifica, moral aparte, su tipo de vida poli amorosa (tiene una esposa y dos amantes) basándose
en el extraordinario vigor resultado de sus investigaciones. Esto y
otras excentricidades han llamado la atención de inversionistas como Peter
Thiel, fundador de PayPal, quien aportó 3.5 millones de USD para su proyecto.
La obsesión de los seres humanos con la
inmortalidad o súper longevidad tampoco es nada nuevo. Los griegos la entendieron bien y nos legaron el relato de Titono. En la mitología griega
Titono era un mortal hijo del rey de Troya, Laomedonte. Titono era tan hermoso
que la diosa Eos se enamoró de él y le pidió a Zeus que le concediera la inmortalidad
a lo que Zeus accedió. Lo que Eos olvidó pedirle a Júpiter fue que también le
concediera la juventud eterna, de modo que Titono fue haciéndose cada vez más
viejo y arrugado hasta que se convirtió en una cigarra que incesantemente
suplica que la maten.
Tad Friend
en su reportaje “Silicon Valley’s Quest To Live Forever” aborda todos estos
temas y agrega:
“Aging is the leading
precondition for so many diseases that “aging” and “disease” are essentially
metonyms. Accidents and violence are the leading causes of death up to age
forty-four, then cancer rises to the top, and then, at sixty-five, heart
disease.”
Esto nos
ayuda a entender mejor que todo tiene un precio. Desde que los avances médicos
lograron extender la expectativa de vida en los países desarrollados los casos de cáncer, Alzheimer y problemas
cardiacos se incrementaron también. Para
retomar la historia de Asimov, MULTIVAC sí logra descifrar cómo revertir la
entropía del universo y lo que hace a la historia un clásico es cuándo
finalmente lo logra: cuando el último ser humano y la última
estrella han perecido.
Hasta ese
entonces toda la información que acumuló
MULTIVAC en trillones de años de historia por fin pudo ser correlacionada
completamente para resolver el enigma. Solo entonces
la poderosa MULTIVAC fue capaz de agrupar todo lo que había sido el universo y
el caos. Así, en la atemporalidad del vacío, decidió la mejor acción
subsecuente y dijo:
“Hágase la luz”
Y entonces...
hubo luz.