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Thursday, November 16, 2017

El primero sobre Matematicas



"Las matemáticas son el lenguaje con el que podemos entender con precisión la naturaleza, en todos sus aspectos. Su gran ventaja es que aportan soluciones muy amplias y pueden resolver de golpe gran diversidad de problemas"   
 Hortensia Galeana


Rugido seis: La distancia entre Pitágoras y Fermat

El objetivo del siguiente ronroneo es, mediante conceptos matemáticos que a la fecha comprendo mínimamente, abrir un proceso imaginativo y de comunicación. El escrito, como acertadamente puede sospechar el lector, carece de sustento técnico y no tiene la pretensión de probar, cuestionar, difamar o refutar ningún concepto de matemáticas.

Dos mil años  aparte, las vidas de Pitágoras y Fermat se pueden leer como dos páginas complementarias de un mismo libro.
Pitágoras denunció la relación matemática que se encuentra en los lados de cualquier triángulo rectángulo establecida con su teorema:

a^2+b^2=c^2

Mientras que Fermat denunció que esa perfecta relación dada en la ecuación de Pitágoras no es extrapolable para ningún trio de números enteros elevados a una potencia mayor a 2.  
En su último teorema descrito de la forma:
Siendo a, b y c números enteros positivos y n un número entero mayor a 2

a^n+b^n≠c^n

Esto no solo hace el teorema de Pitágoras más interesante sino también nos permite divagar las razones  que prohíben la existencia de soluciones enteras para esta ecuación  cuando se usan exponentes superiores a dos.

Boyer y Merzbach en su libro “A History of Mathematics” narran que antes de que naciera Pitágoras ya existía una tabilla de origen babilónico con la regla para generar ternas pitagóricas. Es decir, ternas de números enteros que cumplen la relación expresada en el teorema de Pitágoras (Ejemplo: 3,4 y 5).

La regla extraída de la tablilla babilónica dice que siendo C un número impar, una terna pitagórica será de la forma:

 (C^2-1)/2 ;C ;(C^2+1)/2

Usando los datos del ejemplo anterior  usamos C = 3 para obtener la terna: 3,4,5.
En un formato más general las ternas babilónicas se obtienen sustituyendo valores para las expresiones siguientes:

a= 2uv ;   b = v^2-u^2; c= v^2+u^2

Siendo u y v números enteros positivos relativamente primos (no múltiplos el uno del otro)

Si sustituimos estos valores en la ecuación de Pitágoras podemos verificar que la reducción babilónica de los términos a, b y c es correcta.

¿Por qué a lo largo de la historia diferentes culturas han descubierto y corroborado de manera independiente el postulado de Pitágoras pero no el de Fermat?

Esta pregunta me parece interesante siendo que se trata de la misma ecuación variando únicamente  el valor de los exponentes usados.
Tal vez la herramienta usada para comprobar el teorema de Pitágoras es la clave para responder esta pregunta. El teorema de Pitágoras, plantea una relación matemática universal. Sin embargo su demostración inicial, principal utilización y aceptación están basados en el triángulo.
La relación matemática existe con o sin triángulo. Sin embargo, la capacidad de visualizar una ley matemática ha sido la clave para que conceptos fundamentales de la naturaleza puedan ser entendidos, corroborados y compartidos a lo largo de la historia.
Fermat atrapó un concepto matemático tan cierto y poderoso como Pitágoras pero la comprobación de tal ley está fuera del alcance de lo que podemos de manera empírica construir o visualizar.  Múltiples matemáticos trataron de cortar la fruta del árbol que Fermat plantó con su teorema y tomó más de trescientos años para que el británico Andrew Wiles logrará la legendaria hazaña de corroborar la veracidad del último teorema del matemático francés.
Considero importante hacer notar que Wiles no logró comprobar el teorema de Fermat sin ayuda. Fueron los japoneses  Yataka Taniyama  y Goro Shimura los que abrieron la puerta mediante la postulación de su  teorema de modularidad. Una vez postulada la conjetura de modularidad –ahora teorema-, el alemán Gerhard Frey,  al intentar desafiar el enunciado de los japoneses utilizando una curva elíptica (que ahora lleva su nombre)  que satisface a la ecuación de Fermat, creó el vínculo que utilizaría Wiles para lograr la famosa comprobación. Es decir, si el postulado de los japoneses era falso entonces también el postulado de Fermat lo sería y solo se necesitaba comprobar el primero para comprobar el segundo.
Wiles logró comprobar un caso de la conjetura Taniyama-Shimura y como consecuencia también comprobó el teorema de Fermat.
¿Es la comprobación de Wiles la única forma de comprobar el teorema de Fermat?
Estoy seguro que no. La naturaleza de las matemáticas usadas por Wiles  es la verdadera solución de la demostración y de otros enigmas existentes.

¿Por qué la gente creía (y lamentablemente algunos todavía lo creen) que la tierra era plana y no esférica?

La respuesta más intuitiva sería: porque parece plana. Porque cualquier ser humano localizado en cualquier punto de la superficie de la tierra no puede distinguir a simple vista su curvatura. Sin embargo, la tierra es esférica y esto se comprobó desde  el año 1521 cuando Fernando de Magallanes la circunnavegó. Matemáticamente  se puede entender y comprobar esto por medio de conceptos de topología.
En topología, una superficie es un objeto geométrico que alrededor de cada uno de sus puntos se ve como un plano. La esfera es un buen ejemplo pero existen otros tipos como el toroide (dona).




Considerando las propiedades de una superficie topológica se puede decir que la tierra es “localmente” plana. Esto hace posible el uso de coordenadas/ planos bidimensionales o cartesianos  y también justifica el por qué tardamos tanto tiempo en aceptar  generalizadamente que tiene una forma esférica.

Conclusiones

Los receptores de nuestros ojos no nos permiten ver los colores que otros animales pueden ver.  Tampoco podemos oír las señales de telefonía  que están a nuestro alrededor,sin embargo,  ahí están.
La naturaleza quiere mostrarnos las leyes que la gobiernan pero, al igual que con el teorema de Fermat, no podremos identificar o descifrar estas leyes si no cambiamos las herramientas con las que construimos y validamos nuestros pensamientos. Si como grupo no estamos familiarizados con principios matemáticos complejos, seguirán pasando siglos antes de que de manera general podamos empujar la frontera del conocimiento existente. Mientras transcurren esos siglos, los seres humanos promedio tendremos que conformarnos con explorar únicamente  lo que podemos ver y tocar.

La distancia entre Pitágoras y Fermat (Wiles) es precisamente el tiempo que nos tomó detectar está oportunidad que la naturaleza siempre nos ha ofrecido.






Monday, July 31, 2017

El legado de un adicto al opio



"Aún cuando tus contemporáneos te silencien por envidia, otros vendrán que sin favor ni pasiones te harán justicia"
SENECA
Epístola a Lucilium, 79, 17









Ronroneo 7: La influencia de Samuel Taylor Coleridge y de su poema "The Rime of the Ancient Mariner"


La sociedad ha enterrado a muchos genios en la ignominia. A veces porque sus creencias son peligrosas para el poder o la moral en turno y otras veces simplemente porque reconocerlos resulta incómodo.
Durante sus vidas, la historia es por lo general hipócrita con los genios creativos. Le gusta coquetear con ellos, les abre sus piernas para hacerles creer que pueden seducir al tiempo, les acaricia hasta excitar sueños de inmortalidad y al final ... termina casi siempre, de la forma más dramática, rechazándolos y  negándoles cualquier tipo de placer.Terminadas sus vidas, la obra es lo único que sobrevive y así, sus nombres.
Sería injusto tratar de hablar de genios que vivieron miserablemente sus vidas porque son muchos. No hay un personaje más cíclico y redundante en la sociedad que el de un genio en la pobreza e incomprendido. Sin embargo, me parece interesante escribir acerca  de uno en particular que, por ser un adicto,  tiene su legado devaluado: Samuel Taylor Coleridge.
A pesar de ser un extraordinario poeta, crítico literario, filósofo e intelectual religioso  ocupa un minúsculo rincón en la historia, rincón que corre peligro de desaparecer de la memoria colectiva. Muchos historiadores  han demeritado el valor de la obra de Coleridge bajo el argumento de que las  drogas fueron no solo un estímulo para su proceso creativo sino el proceso mismo. Algunos de sus múltiples retractores opinan que  el opio era el escritor y Coleridge un medio interesante, pero casual. Molly Lefebure, en Samuel Taylor Coleridge : A Bondage of Opium, presenta una postura diferente acerca del efecto de la drogadicción en el escritor:

Coleridge’s imaginative powers and concentration were literally destroyed by the drug: his intellectual capacity was fearfully eroded, his sense of truth hopelessly distorted

Nadie puede negarle ser el padre del género romántico inglés  y al mismo tiempo, nadie quiere reconocerlo como una influencia de nada adicional. En este ronrroneo quiero rastrear la influencia de Coleridge generada por su poemaThe Rime of the Ancient Marineren otros escritores, decisiones políticas y el pensamiento occidental.

El legado...

“ I have often attributed my attachment to, my passionate enthusiasm for, the dangerous mysteries of ocean to that production of some of the most imaginative of modern poets.”
Robert Walton, Frankenstein

                                                                                                              
Con su poema, Coleridge no solo logró evidenciar lo temeraria que  era la navegación polar en una rima angustiosamente romántica. Coleridge formuló, tal vez sin saberlo,  el desafío que el Reino Unido estaba esperando y que terminaría por impactar a todo el mundo anglosajón : la conquista de las orillas del mundo y sus demonios.
Inglaterra encontraría la justificación a correr los riegos de la exploración polar después de derrotar navalmente, en la batalla de Trafalgar, a la armada de España y Francia para impedir la expansión del ejército de Napoleón Bonaparte. La batalla confirmó que la identidad inglesa estaba dentro de un barco y que era un deber inglés mantener ese liderazgo para garantizar la existencia del imperio. A partir de ese momento, ninguna otra misión resultaba más importante para Inglaterra que dominar la región polar para poder controlar las rutas de comunicación más convenientes con el oeste –lugar desde donde las colonias proveían los mayores ingresos al imperio-. Encontrar el pasaje del noroeste también prometía poder izar la bandera inglesa en tierras  vírgenes  de la colonización europea, explotar nuevas regiones minerales y la obtención de esclavos. – la esclavitud no fue abolida oficialmente hasta el año 1833-

The Rime of the Ancient Mariner era muy popular entre marineros quienes, tal vez por su gloriosa métrica, cantaban sus versos convencidos de que se trataba de una canción. Este hecho fue el combustible que la exploración polar necesitaba para mantenerse vigente en el espíritu de los viejos y permear en las nuevas generaciones de ingleses sedientos de trascendencia.
Veinte años después de que Samuel Taylor Coleridge publicara The Rime of the Ancient Mariner  aparecería en la literatura el personaje Robert Walton, quien puede considerarse la primera representación literaria –siendo el marinero de Coleridge el origen- de la obsesión inglesa por la exploración polar. El capitán Walton inicia su historia navegando por el Ártico y describe las razones de su expedición de la siguiente forma:


“The inestimable benefit which I shall confer on all mankind, to the last generation, by discovering a passage near the pole”
Una mañana, días después de iniciar su navegación rumbo al Polo Norte, el capitán descubre algo insólito a la vista: un hombre en un trineo flotando sobre un bloque de hielo cerca de su barco. Después de ordenar que sea rescatado, limpiado y alimentado  se entera que el náufrago es el Dr. Victor Frankestein –quien, estoy seguro, no necesita presentación-.

Durante su adolescencia, Mary Shelley escuchó (más de una vez) The Rime of the Ancient Mariner de la voz del mismo Coleridge. Muchas  personas ignoran que  para Shelley el poema de Coleridge y la situación política de Inglaterra con respecto a la exploración polar, fueron la influencia que se convertiría en el marco de referencia de su obra literaria más importante.
Hoy en día, muchos consideran a Mary Shelly como la madre de la literatura de terror. Además, su novela Frankenstein es considerada  la primera publicación en el género de literatura polar. A pesar de su inescapable influencia en la situación política y en la obra de Shelly, nadie asocia a Samuel Taylor Coleridge con estos géneros literarios.
Más de veinte años después de la publicación de Frankenstein, el suceso que mantuvo  la atención sobre la exploración polar – al provocar una crisis- fue la expedición de John Franklin en el año 1845. Mientras dirigía su segunda expedición en busca del pasaje del noroeste, los dos barcos que dirigía, el Terror y Erebus, se atoraron en el hielo para nunca permitir a la tripulación regresar a Inglaterra.
El ministerio de marina del Reino Unido ofreció una recompensa que desencadenó decenas de expediciones de rescate que fútilmente zarparon hacia la latitud máxima para tratar de encontrar a los desaparecidos.
Cuando el explorador escocés John Rae trajo consigo restos humanos carcomidos y la historia de que los tripulantes de la expedición Franklin habían fallecido no sin antes recurrir al canibalismo para intentar sobrevivir,  el escritor Charles Dickens, quien tenía en cuenta la buena reputación de Rae, salió a la defensa del honor inglés.

Así, otro grande de la literatura se vio relacionado con la literatura polar creada por Coleridge. Para defender su argumento de que los valores ingleses jamás permitirían actos de canibalismo, Dickens publicó en la revista Household Words (donde él era el editor) largos argumentos para desacreditar la experiencia narrada por Rae y decidió publicar, junto con Wilkie Collins, la obra de teatro “The Frozen Deep”.
The Frozen Deep narra el conflicto de supervivencia entre Frank Aldersley y Richard Wardour -enemigos y prometidos de Clara Burnham- en el Polo Norte en donde Wardour decide, después de un análisis moral inequívocamente británico, no matar a Aldersley (mucho menos comérselo) aún sabiendo que el costo de esta decisión es su oportunidad de regresar con vida a Inglaterra.
En el año 1880, Arthur Conan Doyle  en ese entonces aprendiz de cirujano, fue llamado a reemplazar a Claude Augustus Currie  de la tripulación del barco ballenero “Hope”. El barco salió de Escocía para cazar focas los primeros dos meses en las costas de Groenlandia y terminó cazando ballenas cerca del Polo Norte. Los siete meses del viaje marcarían para siempre al escritor quien cumpliría la mayoría de edad abordo y regresaría para escribir su primer libro: “The Captain of the Pole-Star”.
La primera novela de Conan Doyle no tiene ninguna semejanza con las historias que posteriormente protagonizara su aclamado Sherlock Holmes. The Captain of the Pole-Star es casi una autobiografía sobre su experiencia en el Hope.

En el libro, a diferencia de lo narrado en su diario sobre el viaje, el capitán pierde la razón y  obedeciendo a espíritus árticos abandona a su tripulación para caminar en el hielo hasta su muerte.
Estados Unidos no sería inmune de la obsesión inglesa por la exploración polar. Edgar Allan Poe escribiría la novela "The Narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket", una premonición de lo que viviría Conan Doyle en el Hope y la tragedia de la expedición Franklin, en el año 1838. Cien años después, HP Lovecraft  mantendría la llama de la literatura polar encendida con su libro "At the Mountains of Madness".
En el año 1984 Iron Maiden publica el álbum Powerslave incluyendo el track "The Rime of the Ancient Mariner". La canción confirma, en un género músical engendrado en Inglaterra y ajeno al romanticismo que se le atribuye al poeta, que la influencia de Coleridge sigue salpicando el presente y que no tiene un perímetro definido. En la canción, la voz del Dickinson y el bajo de Harris, reverberan el eco que generaron todos los marineros ingleses que, desde sus barcos, cantaron el poema de Coleridge doscientos años antes.


Conclusiones

En la época que vivió Samuel Taylor Coleridge se usaba alcohol como solvente de opio crudo y a cualquier persona que sufriera algún tipo de dolor o malestar-incluyendo tos y fiebre reumática- se le recomendaba que consumiera Láudano (tintura que podía comprarse casi en cualquier farmacia y que tardaría más de cien años para que su venta requiriera una prescripción médica). Berridge y Edwards en su libro "Opium and the People: Opium Use in Ninetheenth Century England"  mencionan que el uso del opio con alcohol era un remedio muy popular para combatir los efectos de embriaguez y que incluso  se utilizaba para tartar a personas enfermas de alcoholismo.
El desinterés del estado por regular el uso del opio, el poco conocimiento de los consumidores sobre sus efectos y las recurrentes enfermedades que padeció Coleridge fueron el punto de partida para la adicción que acabaría con el poeta. Adicción que le excluiría del reconocimiento que su obra merece ya que reconocerlo implica el riesgo de que se analice su vida y las causas de su muerte. Aceptar a Coleridge como victima significa aceptar que el gobierno es culpable de haber permitido la libre comercialización de la droga que lo mató. Enaltecer la influencia de Coleridge es, al mismo tiempo, enaltecer el hecho de que el Reino Unido es cómplice de su muerte y de la muerte de muchas otras personas.

Casi doscientos años después de la muerte de Coleridge mucho ha cambiado.
La gente habla con bocinas y televisores para comunicarse con agentes de inteligencia artificial y servicios web corriendo en poderosos procesadores interconectados a la nube, se han lanzado numerosos satélites al espacio para conectar-por medio de internet inalámbrico- a todo el mundo, hemos descifrado completamente el genoma humano y cualquier persona  puede comprar en línea kits para realizar  ediciones genéticas gracias a la invención de herramientas como CRISPR pero... A pesar de lo impresionante que parezcan nuestros avances científicos y tecnológicos, no se ha desarrollado nada para reemplazar al opio como analgésico.
El opio sintético como el Fentanilo ha sustituido al Láudano y el número de víctimas relacionadas con la adicción de opiodes se ha multiplicado. Según el National Institute on Drug Abuse en los Estados Unidos cada día mueren 115 personas por sobredosis causada por algún derivado del opio. Para poner esto en perspectiva, la sobredosis por opio genera en solo tres semanas la misma cantidad de víctimas que los ataques terroristas del 11 de Septiembre en la Ciudad de Nueva York.
Si a estos números sumamos el empobrecimiento de la calidad de vida del adicto y de los familiares del adicto, el efecto de la negligencia de los gobiernos en colusión con la industria farmacéutica es inconmensurable.
Todo esto me ha hecho recordar la frase de un gran pensador inglés con la que cierro esta reflexión:


"If the misery of the poor be caused not by the laws of nature, but by our institutions, great is our sin."   
     Charles Darwin 











Friday, June 30, 2017

Confesiones de un ingeniero sobre el libro Homo Faber




…technology as the knack of so arranging the world that we don’t have to experience it. The technologist’s mania for putting the Creation to a use, because he can’t tolerate it as a partner, can’t do anything with it; technology as the knack of eliminating the world as resistance...”
Homo Faber, Max Frisch




Antecedentes

He actualizado esta publicación al enterarme que ha muerto el actor Sam Shepard. Aunque aprecio su legado y lamento profundamente su muerte, no me considero capaz de producir un tributo al actor o siquiera a una de sus películas. Mi intención es, más sencilla y de mucho más flaco alcance, hablar de un libro que presumo influenció su vida y que él utilizó para influenciar la vida de otras personas con su actuación en la película Voyager: Homo Faber.
Voyager es una de las películas menos exitosas de Shepard (si no es que la película menos exitosa) a pesar de que, en ella, él es el protagonista principal y narrador. Filmada en la cúspide de su carrera y catorce años después de haber ganado el Pulitzer, la película está lejos de ser una imprecisión en la carrera del histrión y representa más un lujo- no relacionado al romance de su personaje con la actriz Julie Delpy- que se dio el actor para expresar las cicatrices del existencialismo post guerra planteado por Max Frisch.
A decepción o alivio del posible lector aclaro que esta publicación no pretende hacer un resumen fiel de Homo Faber o  de la película dirigida por Volker Schlöndorff. Al contrario, estas palabras son una especulación al significado que denuncia la novela y el rastro que puedo ver en el mundo donde Shepard  es sólo uno de múltiples puntos de partida.
NOTA: Las frases extraídas de la novela son parte de la traducción al idioma Inglés realizada por Michael Bullock en 1957.

Rugido cinco : Homo Faber y la modernidad

Walter Faber, el personaje principal, es un ingeniero suizo que en los años treinta sigue viviendo con sus padres y se encuentra en una relación con una mujer de ascendencia judía llamada Hanna. En ese tiempo, Walter recibe una oferta de trabajo de la compañía Escher Wyss para un puesto en Baghdad y el día que decide comunicarle a Hanna que ha aceptado está oportunidad que él considera única, ella le confiesa que está embarazada.
Hanna, a quien Walter nunca está realmente seguro de amar o de querer casarse con ella, es descrita como una mujer sensible y artística. Este dialogo entre estos dos personajes antitéticos es medular para entender la novela. En resumen, Walter hace una proposición donde deja claro que el niño que espera Hanna, es el niño de Hanna. Hanna es intelectualmente superior a Faber y muestra de ello es su respuesta a la proposición de Faber: La ruptura con Faber en donde Walter pierde el control sobre el futuro de Hanna y su vida con ella.
En aquel entonces, Joachim Henke, alemán de nacimiento al igual que Hanna, era un estudiante de medicina  amigo de Faber. Joachim, después de repasar los riesgos y/o consecuencias de terminar un embarazo anticipadamente, le ofrece a Walter su ayuda para apoyar a Hanna cuando Walter tenga que irse a Iraq.
Esta situación se conecta hasta el año de 1957 en donde Walter Faber, ahora  empleado de la UNESCO, en un viaje de Nueva York a la Cuidad de México es parte de un vuelo que tiene que hacer un aterrizaje forzoso en Tamaulipas y que deja a sus tripulantes varados en el desierto por días. Este viaje representa el inicio de una serie de eventos en la vida de Faber que terminan poniendo en duda todas sus creencias.
Faber reflexiona acerca el accidente y su alrededor de la siguiente forma:

I´ve often wondered what people mean when they talk about an experience. I’m a technologist and accustomed to see things as they are…Why should I feel afraid? There aren’t any prehistoric monsters any more. Why should I imagine them? I’m sorry, but I don’t see any stone angels either, nor demons; I see what I see…Why get womanish?...I don’t find it fantastic, but perfectly explicable… Why should I experience what isn’t there?

 En dicho vuelo, Walter conoce a Herbert Henke  sin darse cuenta que Herbert es hermano de su amigo Joachim ( sólo después de casi dos días Faber se entera de este parentesco). Sentados en una rejilla de botellas de Coca-Cola durante una partida de ajedrez, Herbert le platica que su intención es ir a Centroamérica a visitar a Joachim quien ahora dirige una plantación de tabaco. También le informa que Joachim se casó con Hanna después de que Walter abandonara Zürich para irse a Baghdad. Perturbado por el matrimonio entre Hanna y Joachim e interesado por la posibilidad de cerrar ese círculo de su pasado, decide postergar su viaje de trabajo a Venezuela para acompañar a Herbert a la plantación en Guatemala y ver a Joachim.
Para llegar a Guatemala vuelan a Campeche y después toman un tren a Palenque. Algunas de las observaciones de Faber sobre los habitantes de la región son dignas de mención:

They squatted for whole evenings in their white straw hats on the earth, motionless as toadstools, content without light, silent. The sun and moon were enough light for them, an effeminate race, eerie but innocuous

Sobre los mayas:

According to the ruin-lover, their calendar reckoned the solar year at 365.2420 days, instead of 365.2422 days; nevertheless, for all their mathematical knowledge, they never evolved a technology and were therefore condemned to decline and disappear”.

Joachim los esperaba muerto. Después de múltiples aventuras en México, Walter y Herbert encuentran a Joachim colgado en medio de su habitación. El aparente suicidio cambia la perspectiva de Herbert quien decide, sin poder explicar sus razones a Walter, quedarse en la plantación a continuar el proyecto de su hermano.  Faber finaliza su viaje y regresa a Nueva York para encontrarse con Ivy, una mujer casada con quien Walter mantiene una relación amorosa.
 A su  regreso a Nueva York, Walter llegó como una persona distinta. En otra acción impulsiva, para evitar pasar más tiempo con Ivy, sale de su departamento y termina abordando un barco con destino a Europa. En ese viaje conoce a Sabeth, una mujer 20 años menor que él  por la que siente una atracción inexplicable que lo impulsa, antes de terminar el viaje, a proponerle matrimonio. Lo que representa más un elemento de prueba de la confusión de Faber que un acontecimiento significativo en la historia dado que Sabeth viajaba acompañada de otro hombre.
En Europa acuerdan verse para ir a la ópera. Este momento lo describe Faber como un preámbulo de su luna de miel, siendo la luna de miel un viaje por Francia, Italia y Grecia. En Italia, Walter le pregunta a Sabeth por sus padres y se entera que Sabeth es hija de Hanna. Confiado en lo improbable de que Sabeth sea su hija continúa viajando con ella sin modificar su comportamiento ni mencionarle a Sabeth que Hanna y él tuvieron una relación en el pasado.

El libro está dividido en dos capítulos denominados paradas. La primera parada termina con la muerte de Sabeth ocasionada por un hematoma epidural provocado por una caída posterior a la mordedura de una serpiente ocurrida mientras vacacionaba con Walter en Grecia.
La segunda parada se trata de la asimilación de Walter y Hanna a lo ocurrido en la primera parada. Reunidos en el hospital donde Walter llevó a Sabeth para tratar de salvarla, se logra finalmente la conexión de las dos vidas de Walter: la vida antes de Sabeth, que termina con la proposición donde renuncia a ser parte de la vida de Sabeth antes de su nacimiento, y la vida después de Sabeth, cuando Walter por fin confirma que Sabeth es su hija y que está muerta.
Hanna es el personaje más relevante en la segunda parada del libro porque es ella quien abre los ojos de Faber. Hanna no le reprocha a Faber la relación incestuosa que mantuvo con Sabeth. Le aclara que el romance no fue un error resultado de sucesos improbables sino un error debido a la naturaleza de Faber, a su forma de vivir, parte de él. Hanna realiza una denuncia genérica a las creencias inmortalistas de los tecnólogos:

“…technologists try to live without death…You don’t treat life as a form, but as a mere sum arrived at by addition, hence you have no relationship to time, because you have no relationship to death.”

Walter cierra la denuncia de Hanna escribiendo:
“My mistake with Sabeth lay in repetition. I behave as though age did not exist, and hence contrary to nature. We cannot do away with age by continuing to add up, by marrying our children.”

La segunda parada termina con las reflexiones de Walter mientras espera un procedimiento médico de alto riesgo. Faber describe cómo quiere vivir en caso de sobrevivir:

To be alive: to be in the light…The main thing is to stand up to the light, to joy (like our child) in the knowledge that I shall be extinguished in the light over gorse asphalt, and sea, to stand up to time, or rather eternity in the instant. To be eternal means to have existed.”

Conclusiones

Homo Faber es el diario de un hombre de éxito de los años cincuenta, una ventana a la realidad social de la época. Walter Faber piensa y actúa como lo haría cualquier otro hombre miembro de esa cadena alimenticia establecida después de la segunda guerra mundial. En esa realidad, la mujer y  los miembros de culturas menos desarrolladas tecnológicamente son considerados seres inferiores. Una subclase parte de una humanidad en donde el centro del universo es el hombre blanco con educación que no es susceptible a misticismos, sentimientos ni a nada que esté fuera del alcance de la ciencia.
Walter Faber tenía, debajo de sus impecables modales suizos, un desprecio absoluto por el mundo, por todo lo que él entendía inferior a él. Frisch, al proyectar a Faber enamorándose de su propia hija, clarifica que el amor de Walter por Sabeth en realidad era el amor de Walter por sí mismo y por el reflejo de su persona en Sabeth, algo parecido a una persona besando el reflejo de su propia imagen en el espejo.
Con este libro, el escritor Max Frisch interpola al modernismo (funcionalismo)  y sus consecuencias en la vida de Walter Faber. Además de mostrarnos a un vacío existencial inamovible, también nos muestra cómo la tecnología maquilla la opresión que sufren las mujeres y demás subclases para impedirles  salvar al hombre de su propia tragedia.

La forma en que desea vivir Walter Faber en caso de sobrevivir su operación del estomago es el elemento más positivo de la novela. Homo Faber da esperanza a los lectores que, sesenta años después de su publicación, ven, al igual que Shepard lo hizo hace casi veinticinco años, la cicatriz existencial abierta y la realidad planteada por Max Frisch vigente. 

Wednesday, May 31, 2017

La distopia de Hermann Hesse







Antedentes:


Durante mi segundo año en la secundaria los papás de un amigo me obsequiaron  el libro "El juego de los abalorios" (Das Glasperlenspiel) del escritor Hermann Hesse.
El libro ha estado bajo mi custodia por décadas y ha soportado tanto viajes como mudanzas. Recientemente, intrigado por la traducción al Español del antiguo ejemplar, decidí comprar la versión en idioma  Inglés traducida  por Richard y Clara Winston.
Su relectura  y el significado del libro en mi vida son el motivo del siguiente ronroneo.

Ronroneo 6: La era del Feuilleton


“They seem to have formed an uncommonly popular section of the daily newspapers, were produced by the millions and were a major source of mental pabulum for the reader in want of culture. They reported on, or rather “chatted” about, a thousand-and-one items of knowledge.
…In some periods interviews with well-known personalities on current problems were particularly popular…Noted chemists or piano virtuosos would be queried about politics, for example, or popular actors, dancers, gymnasts, aviators, or even poets would be drawn out on the benefits and drawbacks of being a bachelor, or on the presumptive causes of financial crises, and so on. All that matter in these pieces was to link a well-known name with a subject of current topical interest.”


About feuilleton, the Glass Bead Game
 ¿Quién descubrió el cálculo diferencial e integral?


A la fecha no hay una respuesta oficial si fue Gottfried Leibniz o Isaac Newton. Algunos hechos apuntan que Leibniz obtuvo el área bajo la curva utilizando conceptos constituyentes al cálculo integral por primera vez en el año 1675 (12 años antes de que Newton postulara su tratado Principia) pero  también es cierto que junto con James Gregory e Isaac Barrow, Newton es el responsable de toda la teoría que soporta, prueba y valida al cálculo diferencial e integral. Si Newton hubiera sido alemán o si Leibniz hubiera sido británico probablemente no hubiera existido ningún conflicto ya que la controversia  se ha nutrido más  de la competencia internacional entre Alemania e Inglaterra que del interés individual de sus académicos.


¿Quién denunció primero la crisis existencial alemana del siglo XX, Thomas Mann o Hermann Hesse?

Cuando Mann, viviendo en Estados Unidos, recibió por primera vez los dos volúmenes de la primera edición del libro el Juego de los Abalorios no pudo ocultar su asombro ante el sorprendente parecido de la obra de Hesse con su novela Dr. Fausto (que aún estaba en desarrollo).En ambos libros la línea que soporta la narrativa es la misma: denunciar el carácter auto-destructivo de la civilización moderna.
Tanto en Dr. Fausto como en el Juego de los Abalorios  el libro-o la parte sustanciosa del libro- consiste en una narración en tercera persona sobre la vida de un héroe amado por el narrador. Tanto Serenus Zeitblom (narrador en Dr. Fausto) como los escritores de Castalia encargados de la biografía del Magister Ludi, mediante un tono excesivamente educado rayana en lo ridículo describen, sin miedo de aburrir a sus lectores, la vida de dos prodigios de la música: Adrian Leverkühn y Joseph Knecht.
Theodore Ziolkowski  establece esta analogía y hace notar una importante diferencia entre la obra Dr. Fausto y El Juego de los Abalorios: el tiempo donde se desarrollan los hechos.
Mientras el narrador de la novela de Mann, Serenus Zeitblom, puede escuchar el detonar de las bombas de la segunda guerra mundial al momento que escribe la biografía del compositor Leverkühn, los biógrafos del  Magister Joseph Knecht se refieren a la misma época como la era del Feuilleton y la analizan en retrospectiva desde el siglo XXV.
La era de Feuilleton toma su nombre de la sección del periódico con el mismo nombre. En el libro, el historiador Plinio Ziegenhalss es quien le nombra así por primera vez para denunciar, desde el futuro, la realidad que vivía Hermann Hesse. La era de Feuilleton es una crítica encriptada por Hesse a la apatía y desinterés de los intelectuales por lo que sucedía afuera de sus burbujas sociales, a la adicción al entretenimiento superfluo y a todo lo que Hesse consideraba que el ciudadano común hizo o dejó de hacer para permitir la gestación de la segunda guerra mundial.
Hermann Hesse nunca denunció explícitamente al régimen Nazi pero sus biógrafos señalan que su oposición al mismo era evidente. Esta posición provocó que la primera impresión del Juego de los Abalorios fuera prohibida en Alemania y tuviera que realizarse en Suiza, lugar donde también había tenido que cambiar de residencia el autor. La crítica del libro es estratégica y ataca más las causas del surgimiento de un gobierno autocrático con piel populista que sus consecuencias. La  sección de Feuilleton representaba un tipo sofisticado de propaganda política que garantizaba su consumo gracias a la naturaleza cada vez más egocéntrica  y narcisista de sus lectores.
Pero hay todo menos inocencia para justificar esta nueva cultura y comportamiento social, Hesse lo explica:  
 
“...these people with their childish puzzle games and their cultural feature articles were by no means innocuous children… Rather, they dwelt anxiously among political, economic, and moral ferments and earthquakes, waged a number of frightful wars and civil wars, and  their little cultural games were not just charming, meaningless childishness…They assiduously learned to drive automobiles, to play difficult card games and lose themselves in crosswords puzzles-for they faced death, fear, pain, an hunger almost without defenses, could no longer accept the consolations of churches, and could obtain no useful advice from Reason.”


La era de Feuilleton es hija de su padre el racionalismo y  huérfana de su madre la religión. La ausencia de los valores y doctrina religiosa dejaron un vacío existencial en la gente que, a pesar de gozar de la libertad intelectual  provocada por esta emancipación, decidió rellenarlo con una cultura inconsecuente coronada por  crucigramas. Algo parecido a colocar un tapete para disimular un agujero en el suelo.
No es coincidencia que tanto Mann como Hesse hayan creado personajes para representar a Federico Nietzsche en sus obras. Siendo Nietzsche un guía filosófico para la cultura alemana y el mundo, tiene sentido verlo encarnando a Leverkühn en la obra de Mann y a Fritz Tegularius en la obra de Hesse.Pero esta personificación y el valor de estos personajes en cada historia marcan la diferencia más grande entre estos dos libros. Para Mann, Leverkühn es el personaje central mientras que para Hesse, Tegularius es solo un personaje secundario frágil, aislado y con la única trascendencia de ser el protegido de Joseph Knecht.
Hesse proyecta sus creencias en el Juego de los Abalorios. La meditación, su creencia en la reencarnación y la espiritualidad proveniente de doctrinas asiáticas son la herramienta, tanto para sus personajes como para él mismo, para resistir el agujero existencial del presente.
Castalia y el Juego de los Abalorios son los elementos de la distopia que nos regaló Hesse y que motivó este ronroneo. Castalia es la provincia  que se construye y  representa el fin de la época del Feuilleton. En ella  se venera al conocimiento obtenido por la humanidad mediante la práctica y enriquecimiento del Juego de los Abalorios. Castalia representa lo que la escuela platónica representó para los griegos 400 años antes de Cristo y lo que los monasterios u órdenes religiosas en la edad media. Es la proyección de la misma idea que la humanidad ha tenido en cada punto de su historia para distinguir a los humanos de los animales.

¿Qué es el juego de los Abalorios?


Un concepto más que un juego. Muchas de los críticos del libro han aprovechado las ambiguas descripciones del juego para desacreditar su significado. Lo cierto es que no es ningún juego y no hay, ni habrá reglas para construirlo. El juego de los Abalorios es un ejercicio intelectual que pretende relacionar todos los saberes de la humanidad, una alegoría a la conciencia histórica.


 ¿Cuál es la distopia de Hesse?


Viviendo en una época donde la ciencia o verdad es menos importante que lo impactante o entretenido. Ahora donde la distribución económica y la desigualdad social hacen casi imposible que el ciudadano común pueda cultivarse y aportar algo de valor a su cultura. Hoy es la época del Feuilleton que Hesse profetizó.
La distopia es lo que nos espera  cuando decidamos quitar el tapete que oculta el agujero en el suelo que hemos tratado de ignorar todos estos años. Ese vacío existencial que fue descubierto por Hesse y sustentado por Mann o viceversa. Quien  haya sido el primero en descubirlo, al igual que con el cálculo diferencial e integral, es lo que menos importa.